La displasia de cadera es un tema candente en los perros, si es que es posible que siga siendo un tema candente durante 50 años. Los investigadores han trabajado duro durante décadas para encontrar una solución a este problema y los criadores están haciendo todo lo posible para reducir el riesgo de producir cachorros afectados. Pero aún así el problema persiste.
Hay algunas cosas sencillas que podríamos hacer para reducir la incidencia de la displasia de cadera en la actualidad si entendemos algunas cosas básicas. Aquí están las 10 cosas más importantes que debes saber:
1) Todos los cachorros nacen con caderas completamente normales.
La displasia de cadera no es un defecto de nacimiento; no es algo que esté presente en el nacimiento del cachorro. Numerosos estudios han demostrado que todos los cachorros nacen con caderas “perfectas”; es decir, las caderas son “normales” para un recién nacido sin signos de displasia. La estructura de la articulación de la cadera al nacer es cartílago y solo se convierte en hueso a medida que el cachorro crece. Si tu cachorro desarrolla displasia de cadera, el proceso comenzará poco después del nacimiento.
Esta es la articulación de la cadera de un cachorro de 1 día. El tejido cartilaginoso no es visible en las radiografías hasta que en él se depositan los minerales que forman el hueso. El desarrollo adecuado de la articulación depende de mantener una alineación adecuada entre la cabeza del fémur y la “cavidad” donde encaja (el acetábulo).
“Todos los perros tienen articulaciones de cadera normales al nacer. Las articulaciones continúan desarrollándose normalmente mientras se mantenga una congruencia completa entre el acetábulo y la cabeza femoral... El crecimiento del borde del acetábulo es estimulado por la tensión de la cápsula articular y los músculos de los glúteos adheridos a lo largo del borde dorsal y la presión de la cabeza femoral en las superficies articulares... Las características morfológicas de la compleja estructura del fémur muestran "que el comportamiento biomecánico tiene una influencia directa en el crecimiento de esta articulación". (Elevador 1985)
2) Los genes que causan la displasia de cadera siguen siendo un misterio
La displasia de cadera tiende a ser más común en algunas razas que en otras y en algunas cepas que en otras, lo que sugiere que existe un componente genético en la afección. Sin embargo, los científicos llevan muchas décadas buscando genes responsables del desarrollo de la displasia de cadera en perros, sin ningún éxito.
Genes que conectado con displasia de cadera se han identificado en algunas razas, pero son específicos de cada raza; es decir, el conjunto de genes es diferente en cada raza. (Por ejemplo, consulte estudios sobre pastores alemanes (Marschall & Distl 2007, Fells & Distl 2014 y Fels et al 2014), perros de montaña de Berna (Pfahler & Distl 2012) y Labrador Retrievers (Phavaphutanon et al 2008). Genes que pueden traer a la displasia de cadera no se encontraron en ninguna raza.
Es poco probable que los investigadores descubran una solución genética sencilla para la displasia de cadera. Esta es una característica compleja que depende tanto de los genes como del entorno, y no existe una solución sencilla. Deberíamos poder mejorar el progreso genético eligiendo estrategias que funcionen eficazmente, como el EBV. Una de las grandes ventajas de utilizar EBV es que no es necesario conocer los genes responsables de la expresión del rasgo, sino que para ello debemos disponer de una base de datos adecuada e información sobre los animales afectados.
3) Los factores ambientales también son importantes
Aunque existe una influencia genética en la displasia de cadera, el componente hereditario del rasgo es bastante bajo. Muchos estudios han demostrado que la variación genética representa sólo una proporción modesta, normalmente entre el 15 y el 40%. Esto significa que parte de la variación en la calidad del muslo es el resultado de influencias no genéticas o "ambientales". Ésta es una de las razones por las que décadas de fuerte selección han dado como resultado sólo una ligera disminución de la displasia de cadera en algunas razas. Al ritmo actual de progreso y selección únicamente por fenotipo, pueden pasar décadas para lograr una reducción significativa en la incidencia de displasia de cadera (Lewis et al., 2013).
Comprender los factores ambientales específicos que influyen en el desarrollo de la displasia de cadera debería permitir reducir el número de animales afectados, incluso si aún no se comprende la base genética. Esto reducirá el dolor y el sufrimiento significativos para el propio perro, así como para su dueño, causados por su sufrimiento. No hay ninguna razón por la que no debamos tomar medidas proactivas para lograrlo ahora.
Aquí hay tres factores "externos" que se encontraron: a) inestabilidad articular, b) peso yc) ejercicio (ver más abajo)
4) La inestabilidad articular es la principal causa de displasia de cadera.
Los cachorros nacen con caderas excelentes y, a menos que se desarrolle inestabilidad articular, el perro no desarrollará displasia de cadera (Riser, 1985). La inestabilidad articular ocurre cuando la cabeza del fémur no encaja firmemente en el acetábulo. Esto puede ser el resultado de una lesión traumática, una sobrecarga de peso de la articulación o un desarrollo muscular deficiente. La inestabilidad articular es un factor importante que predispone a un perro a desarrollar displasia de cadera.
En los perros, como en muchos otros vertebrados (incluidos los humanos), la cabeza del fémur de los recién nacidos se mantiene firmemente en su lugar mediante un ligamento fuerte llamado ligamento redondo. Un extremo de este ligamento está unido a la cabeza del fémur y el otro extremo está unido a la pared interna del acetábulo (una depresión en forma de copa en la pelvis). Puedes ver el ligamento redondo en esta ilustración.
Si este ligamento se daña o se rompe, el fémur no encajará firmemente en la cavidad, lo que provocará inestabilidad en la articulación.
Si la cabeza del fémur no está correctamente asentada en el encaje, las fuerzas que actúan sobre el fémur serán anormales. En lugar de distribuirse a lo largo de la superficie interna del alvéolo, las fuerzas en la articulación se concentrarán en un área más pequeña: en el borde más débil del acetábulo. Y cuando hay una carga en la articulación de la cadera, el resultado será un daño en el borde de la cavidad.
5) Gestionar la estabilidad articular es clave
El ligamento redondo debe mantener la cabeza del fémur en su lugar en un cachorro en crecimiento mientras los músculos que sostendrán las caderas se desarrollan y fortalecen. Pero en algunos cachorros, el ligamento muestra signos de daño incluso antes de cumplir un mes (Riser 1985).
“Los ligamentos redondos de las articulaciones de la cadera estaban edematosos [hinchados], varias fibras de los ligamentos estaban desgarradas y la superficie de los ligamentos estaba llena de hemorragias capilares. Se consideró que estos cambios eran los primeros hallazgos que podrían estar relacionados con la displasia de cadera".
Debido a la inestabilidad articular, se aplican fuerzas anormales al fémur y al acetábulo, lo que provoca lesiones que provocan displasia de cadera y osteoartritis de cadera.
“No hay evidencia de que exista un defecto óseo primario, sino que la enfermedad es causada por la incapacidad de los músculos y otros tejidos blandos para mantener la articulación de la cadera en completa congruencia. Esto se ve respaldado por el hecho de que la displasia se puede aumentar, disminuir o prevenir regulando el grado de inestabilidad y discrepancia de las articulaciones. No hay otros defectos asociados con esta enfermedad. No se han establecido relaciones de causa y efecto entre defectos de músculos y tejidos blandos o cambios patológicos distintos de los déficits en la masa o fuerza muscular... La displasia de cadera es una acumulación de factores de un "conjunto" de deficiencias genéticas y factores estresantes ambientales que caen en un patrón programado de reconstrucción progresiva y enfermedades articulares degenerativas" (Reiser 1985)
6) El peso corporal es el PRINCIPAL factor ambiental (externo)
Si hay debilidad en la articulación de la cadera, la cantidad de daño causado al fémur y al acetábulo dependerá de la magnitud de las fuerzas en la articulación de la cadera. Cuanto más pesado sea el perro, mayor será su fuerza, por lo que también habrá mayor riesgo de desarrollar displasia de cadera y artrosis.
Los cachorros que pesan más al nacer, así como aquellos que tienen una tasa de crecimiento más rápida (por lo que pesan antes), tienen un mayor riesgo de sufrir cambios degenerativos en la articulación de la cadera (Vanden Berg-Foels et al, 2006).
Como se muestra en el gráfico a continuación, los cachorros criados con una dieta restringida (línea gris) tienen significativamente menos probabilidades de desarrollar displasia y desarrollarla mucho más tarde en la vida que los cachorros criados con una dieta regular (línea negra) (Smith et al, 2006).
A los cuatro años de edad, menos del 10% de los perros con la dieta restringida (25% menos que el grupo de control) eran displásicos, mientras que más del 30% de los perros del grupo de control eran displásicos. Como beneficio adicional, ¡los perros con una dieta restringida también viven más tiempo (Kealy et al, 2002)!
Desafortunadamente, muchos perros (¡incluidos los perros de exposición!) tienen sobrepeso (McGreevy et al 2005, Corbee 2013), y la obesidad también puede ser el factor ambiental más importante que influye en el desarrollo de la displasia de cadera y la osteoartritis. Pero el peso corporal es un factor que podemos controlar.
Aunque el progreso de la selección genética llevará muchas generaciones, la incidencia de la displasia de cadera en perros puede ser reducido de forma inmediata y espectacular simplemente controlando su peso.
7) Ejercicios: qué es bueno y qué es malo
Los ejercicios fortalecen los músculos de las piernas y la pelvis, lo que conduce a una mayor estabilidad de la articulación de la cadera. Pero no todos los ejercicios tienen el mismo efecto.
Los cachorros criados en superficies resbaladizas o con acceso a escaleras antes de los 3 meses de edad tienen un mayor riesgo de sufrir displasia de cadera, mientras que aquellos que han tenido la oportunidad de deambular libremente (sin correa) en terrenos blandos e irregulares (como en el parque) tienen un menor riesgo de desarrollar displasia (Krontveit et al 2012). Los perros nacidos en verano tienen un menor riesgo de displasia de cadera, presumiblemente porque tienen más oportunidades de hacer ejercicio al aire libre (Ktontveit et al 2012). Por otro lado, los perros de entre 12 y 24 meses que persiguen regularmente una pelota o un palo lanzado por su dueño tienen un mayor riesgo de desarrollar displasia de cadera (Sallander et al, 2006).
El período más crítico para el crecimiento y desarrollo normal de la articulación de la cadera en los perros es desde el nacimiento hasta las 8 semanas, por lo que el tipo de ejercicio que hacen los cachorros durante este tiempo es el más importante.
8) La nutrición es importante
Dado que los cachorros crecen rápidamente, es fundamental que su nutrición sea la correcta.
El cachorro necesita comer lo suficiente para mantener el crecimiento, pero no debe tener sobrepeso porque cualquier peso adicional puede aumentar el riesgo de desarrollar displasia de cadera (Hedhammar et al 1975, Kasstrom 1975). Un problema adicional es que los cachorros, además de comer demasiada comida, también pueden estar consumiendo demasiados nutrientes específicos. Siempre que el cachorro sea alimentado con un alimento comercial de calidad y en la cantidad necesaria, tendrá una dieta equilibrada y no deberá recibir ningún suplemento. Los suplementos dietéticos, especialmente el calcio, no sólo son innecesarios, sino que también pueden causar problemas graves. No hay evidencia de que los suplementos de proteínas o vitaminas reduzcan el riesgo de displasia de cadera (Kealy et al 1991, Nap et al 1991, Richardson & Zentek 1998).
9) La intervención temprana es fundamental
La mayoría de los tratamientos para la displasia de cadera son más fáciles y exitosos en perros más jóvenes. Si los primeros síntomas no se abordan y la detección se realiza después de 12 a 24 meses o más, se perderá el período de tiempo con la mejor predicción de la respuesta al tratamiento (Morgan et al 2000). Los primeros signos de cojera suelen aparecer entre los 4 y 6 meses de edad, pero después de uno o dos meses el perro puede parecer mejorar. Esto se debe a que los daños en el borde del acetábulo, como las microfisuras, sanarán y el perro ya no experimentará dolor agudo, pero continuará el desarrollo de displasia y osteoartritis. Por lo tanto, el perro puede no mostrar signos clínicos durante muchos años mientras progresan los cambios patológicos.
La inestabilidad articular se puede detectar a los 4 meses de edad (ya sea mediante palpación o PennHIP). Si los signos de displasia se detectan temprano, es necesaria una intervención que incluya control de peso, ejercicio o cirugía para mitigar el daño adicional, pero esto debe hacerse antes de que se complete el crecimiento esquelético. Los criadores deben informar a los nuevos dueños de cachorros sobre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar displasia de cadera y alentarlos a someterse a un examen veterinario si presentan algún signo de cojera.
10) Ahora podemos reducir significativamente la prevalencia de la displasia de cadera
Se debe seguir haciendo selección genética para reducir la displasia de cadera. Pero se puede lograr una reducción significativa e inmediata del número de animales afectados mejorando el control de los factores ambientales más que genéticos. El control del peso, el ejercicio adecuado, la nutrición adecuada y la intervención temprana ante el primer signo de cojera son pasos simples que podemos tomar y que reducirán drásticamente el dolor y el sufrimiento causado por la displasia de cadera. Seguramente la investigación continuará, pero ya tenemos la información necesaria para resolver este problema.
Original: Las 10 cosas más importantes que debes saber sobre la displasia de cadera canina por Carol Beuchat.
Traducción: Galina Lomakina (con edición y adiciones).
La displasia de cadera es un trastorno en el desarrollo de la articulación de la cadera, que conduce a una mayor debilidad y movilidad (la cabeza del fémur sale del acetábulo), lo que posteriormente conduce al desarrollo de artrosis y destrucción de la articulación. Esta patología es hereditaria. Todos los animales nacen con articulaciones normales, pero luego los ligamentos y la cápsula que fijan la articulación de la cadera se relajan, la "bisagra" se afloja, lo que daña la cabeza del fémur, la parte de soporte del acetábulo, desestabilizando el articulación aún más. En la mayoría de los casos, la displasia en los animales se desarrolla en ambos lados y afecta a ambas articulaciones.
¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA DISPLASIA DE CADERA EN PERROS?
La displasia de cadera es una patología hereditaria, pero su desarrollo puede verse influido en gran medida por factores externos: alimentación inadecuada y desequilibrada (), sobrealimentación del cachorro, cuando el exceso de peso corporal aumenta significativamente la carga sobre las articulaciones y el rápido crecimiento de los huesos no las permite. suficientemente fortalecido. Además, el riesgo de desarrollar displasia aumenta si, en la temprana etapa de cachorro, se comienza a realizar actividades físicas estresantes, grandes y repentinas: agilidad, frisbee, ir a buscar, saltar desde alturas, lo que provoca microtraumatismos en las articulaciones y alteraciones de su desarrollo.
Como no podemos diferenciar qué causó la displasia, toda displasia se considera hereditaria y los animales deben ser excluidos de la reproducción.
¿CÓMO SE PUEDE SOSPECHAR QUE UN PERRO ESTÁ DESARROLLANDO DISPLASIA?
La displasia de cadera es la patología ortopédica más común en perros. Suele afectar a perros de rápido crecimiento, de razas grandes y gigantes, pero también se presenta en perros medianos y pequeños e incluso en gatos. Muy a menudo, la displasia de cadera se manifiesta entre los seis y los doce meses con diversos grados de cojera, negativa a realizar largas caminatas y dificultad para levantarse, especialmente después de un ejercicio activo.
¿QUÉ PASA EN UNA ARTICULACIÓN DISPLÁSICA?
Inicialmente, el dolor aparece debido a la sobrecarga de áreas individuales de la articulación con la formación de microfisuras en el cartílago y el hueso articular, erosión del cartílago, abrasión de las superficies articulares, lo que conduce a una inflamación completa de toda la articulación (osteoartritis).
CÓMO DIAGNÓSTICO DE DISPLASIA DE CADERA EN UN PERRO.
El primer paso debe ser evaluar los signos clínicos de la displasia, que generalmente se desarrollan en la etapa de cachorro y progresan más adelante en la vida si no se trata la displasia.
Puedes sospechar de una patología de cadera en tu perro si tienes:
- Cojera en la pata trasera, hasta la negativa total del perro a apoyarse en la extremidad. Después del descanso, la cojera es mayor, y entonces el perro “pasea”;
- Intolerancia al ejercicio en un perro o cachorro, que a menudo se confunde con rasgos de personalidad o patología cardíaca;
- El perro tiene dificultades para levantarse o acostarse, no puede sentarse normalmente;
- El perro tiene dificultades para subir escaleras y no puede saltar ni subirse a un coche;
- El perro tiene un andar anormal. A menudo se describe como: el perro mueve sus cuartos traseros o coloca su pata de manera anormal al caminar;
- La cojera en ambas patas traseras puede pasar desapercibida durante mucho tiempo;
- El perro no se deja tocar por la grupa, enseña los dientes y gruñe;
- El dolor intenso no siempre es característico de la displasia de cadera en perros; se adaptan muy bien al dolor crónico.
Si aparece alguno de estos signos, debes contactar con un veterinario.
En la cita se comprueba la movilidad de la articulación de la cadera, la preservación de la amplitud total de la extremidad y la presencia de posibles dolores en las articulaciones. Existen pruebas específicas que determinan la movilidad patológica de la articulación de la cadera: la prueba "artolani", que generalmente se realiza bajo sedación ligera para relajar los músculos para que el animal no resista. Durante esta prueba, se simula la carga que soporta el peso en la articulación de la cadera del perro. Si hay movilidad patológica y debilidad de la articulación, la cabeza del fémur se subluxa de la articulación y, cuando la extremidad se abduce hacia un lado, con un clic característico regresa al acetábulo, y la prueba se considera positiva. Esta prueba no causa ningún daño a la articulación, y la subluxación formada durante la prueba ocurre en el animal durante la fase de apoyo inicial durante la marcha, lo que lesiona la articulación.
El diagnóstico final se realiza radiológicamente.
Las fotografías informativas se realizan ÚNICAMENTE bajo sedación para una completa relajación muscular y comodidad del animal. Durante la sedación, se coloca un gotero de mantenimiento y un equipo de médicos experimentados monitorea el estado general del animal.
Existen varias técnicas en todo el mundo para evaluar la articulación de la cadera canina en busca de osteoartritis (OA) por displasia. Se valoran principalmente los cambios de artrosis en la articulación, la presencia de cambios inflamatorios en el hueso y el porcentaje de cobertura de la cabeza femoral. La proyección más común (la posición en la que se tumba el perro durante la fotografía) es “acostado boca arriba con las patas extendidas hacia atrás”. En esta posición se produce una torsión de la cápsula de la articulación de la cadera, lo que provoca una depresión de la cabeza femoral hacia el acetábulo y cubre erróneamente más la cabeza femoral con el techo del acetábulo. Normalmente, esta proyección se utiliza para evaluar la OA, destrucción articular debido a displasia.
En nuestra clínica adoptamos un enfoque integral para evaluar el estado de la articulación de la cadera en perros. Las imágenes se toman únicamente bajo sedación para garantizar la completa relajación de los músculos (estabilizadores activos de las articulaciones) y el confort del animal. Se toman tres vistas: acostado boca arriba con las piernas extendidas para evaluar el estado general de la articulación y la presencia de OA articular; una vista de compresión, durante la cual las cabezas femorales se presionan contra el acetábulo, se utiliza para medir la profundidad de la acetábulo y evaluar la congruencia de las superficies articulares (si se ajustan entre sí en forma o si ya han cambiado). La tercera proyección es la distracción. Con la ayuda de un distractor especial, se mide el nivel de salida pasiva de la cabeza femoral del acetábulo. Se determina el índice de distracción DI. Cuanto mayor es la DI, mayor es la debilidad pasiva y mayor es la probabilidad y la tasa de desarrollo de OA de cadera en perros debido a displasia. Es el índice de distracción DI de la articulación de la cadera el que es hereditario y determinante en el desarrollo de la osteoartritis (displasia) de la articulación de la cadera en perros, y es esto lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir perros para la cría, para que las generaciones posteriores de Los cachorros no tienen displasia de cadera.
El índice de distracción se puede medir a partir de los cuatro meses y permanece igual durante toda la vida. Así, después de examinar la articulación de la cadera de un cachorro, podemos predecir con suficiente precisión el destino futuro de su articulación de la cadera, recomendar terapia o cirugía para salvar sus articulaciones, de modo que en la edad adulta el perro pueda caminar sin cojear, sin displasia de cadera. Inmediatamente se puede saber qué cachorros son los mejores para la reproducción en relación con el estado de las articulaciones de la cadera (índice de distracción, característica hereditaria y cuanto más pequeña es, mejor es la articulación de la cadera) y para qué cachorros podemos hacerlo terapéuticamente o mediante La realización de una minioperación salvó las articulaciones de la destrucción, de modo que en la edad adulta los perros caminaban sin cojear. Estos últimos tendrán un acervo genético deficiente para la reproducción en relación con la displasia de cadera, pero pueden ser excelentes compañeros para alguien.
COMPARACIÓN DEL CONTENIDO DE INFORMACIÓN SOBRE EL ESTADO DEL HJ conjunto de LA PROYECCIÓN Y DISTRACCIÓN CONVENCIONAL.
En la primera imagen “decúbito supino con las piernas extendidas”, habitualmente utilizada para evaluar la displasia de cadera en perros, no hay signos de artrosis de la articulación, es decir, no hay displasia.
La imagen con una proyección de distracción del mismo animal muestra que las cabezas del fémur sobresalen casi por completo del acetábulo, lo que indica una importante movilidad patológica de la articulación de la cadera en el perro. Esto determina un riesgo significativo de desarrollar displasia de cadera en un individuo determinado durante varios años.
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En perros adultos, los signos de osteoartritis de la articulación de la cadera pueden estar ausentes o ser leves, incluso en presencia de un gran índice de distracción, si los dueños manipularon al cachorro correctamente. Por lo tanto, un perro así tendrá un gran índice de distracción hereditario, que es directamente proporcional a la probabilidad de desarrollar displasia, pero con un examen de rayos X convencional se evaluará como un animal sin displasia, con un buen acervo genético y con capacidad para Durante la cría, aunque se transmitirá a los cachorros un gran índice de distracción, una mayor probabilidad de desarrollar osteoartritis de la articulación de la cadera y se requerirán enormes esfuerzos para evitar la destrucción de las articulaciones de la cadera en los cachorros. En la selección de individuos parentales se deben seleccionar individuos con el índice de distracción más bajo, lo cual es hereditario, y no aquellos sin signos de displasia de cadera, lo cual está influenciado en gran medida por el medio ambiente, la alimentación, el mantenimiento y, en pequeña medida, la heredabilidad. es observado.
CONCEPTOS EQUIVOCADOS SOBRE LA DISPLASIA DE CADERA
La displasia de cadera se desarrolla en el transcurso de un año y este diagnóstico no se puede realizar antes. La displasia comienza a desarrollarse en la etapa de cachorro y los primeros signos pueden detectarse radiográficamente a los tres meses. A partir de los cuatro meses, existen métodos patentados y aprobados para determinar la movilidad patológica excesiva de la articulación de la cadera, que posteriormente afectará el desarrollo de la osteoartritis de la articulación (su destrucción). Desde un año en Europa y desde dos años en América, las articulaciones de la cadera se evalúan para detectar signos de osteoartritis (destrucción de las articulaciones) y, con un diagnóstico positivo, no se puede hacer nada al respecto.
Los padres de mi cachorro no tuvieron problemas con las articulaciones y mi cachorro no tendrá displasia. La displasia de cadera es multihereditaria, es decir, hay muchos genes responsables del desarrollo de la articulación de la cadera y es posible que su cachorro se lleve lo peor de ambos padres. Además, incluso las articulaciones genéticamente ideales pueden destruirse por una alimentación y un mantenimiento inadecuados del cachorro; y las articulaciones que están genéticamente predispuestas a una destrucción rápida debido a una movilidad excesiva (gran índice de distracción) pueden salvarse de la osteoartritis con un mantenimiento y alimentación adecuados; además, a edades tempranas, es posible realizar cirugías mínimamente invasivas destinadas a aumentar la estabilidad articular.
Es necesario darle más calcio y vitamina D para que no se desarrollen problemas en las articulaciones. La idea errónea más común es que cuanto más calcio, más fuertes serán los huesos. Con el crecimiento correcto y armonioso de los huesos en un animal joven, en ellos ocurren constantemente procesos de reabsorción y crecimiento de una nueva matriz, y estos procesos se encuentran en un equilibrio frágil, que se ve alterado por la ingesta excesiva de calcio y vitamina D durante la alimentación. Puede leer con más detalle sobre el efecto de la deficiencia y el exceso de componentes dietéticos en el desarrollo de problemas ortopédicos en perros en el artículo.
¿CÓMO TRATAR LA DISPLASIA DE CADERA EN PERROS?
Cuanto antes identifiquemos la patología en desarrollo, más eficaz será el tratamiento. Toda patología ortopédica comienza antes del año de edad y luego continúa desarrollándose con la edad durante toda la vida. El tratamiento más eficaz se lleva a cabo hasta un año, lo que puede detener el desarrollo de osteoartritis (displasia) de la articulación de la cadera en los perros a medida que envejecen.
Alimentar a un cachorro joven y en desarrollo es extremadamente importante y recomendamos dietas preparadas comercialmente para perros de la edad y el tamaño adecuados. Cuando se alimenta con dietas preparadas, no se pueden administrar vitaminas y minerales adicionales. No se debe sobrealimentar al cachorro, ya que el exceso de peso supone una carga adicional para el desarrollo y el crecimiento de huesos y articulaciones blandos. Deben evitarse cargas superestresantes en las articulaciones y los huesos: saltar desde barreras altas y otros.
Los métodos más eficaces para prevenir la destrucción de la articulación de la cadera debido a su debilidad patológica con cierta garantía de resultados son las operaciones realizadas en el momento adecuado. Todas las operaciones implican rotar el acetábulo para proporcionar una mayor cobertura de la cabeza femoral con el techo del acetábulo, lo que evita la destrucción de la articulación. Debe entenderse que cuando la articulación ya está destruida, no queda nada que salvar allí, y al perro solo se le puede ayudar mediante una artroplastia por escisión (extirpación de la cabeza y el cuello del fémur) o un reemplazo de articulación.
A los cuatro meses se puede realizar un examen ortopédico de rutina con medición del índice de distracción de la articulación de la cadera en un cachorro, y en el caso de una DI grande y una alta probabilidad de desarrollar osteoartritis (displasia) de la articulación de la cadera, un Se puede realizar una minioperación: “sinfisiodesis púbica juvenil”. Esta operación dura unos 10 minutos, se realiza a través de una incisión cutánea de dos centímetros y consiste en cerrar la zona de crecimiento a la altura de la sínfisis púbica, lo que a medida que el animal crece, conlleva una mayor cobertura de la cabeza de la articulación femoral, una mayor estabilidad y Como resultado, se previene el desarrollo de osteoartritis de la articulación de la cadera en perros. La sinfisiodesis púbica juvenil se lleva a cabo hasta los cinco meses, pero cuanto más cerca, menor es el potencial de crecimiento del cachorro, menos efectiva es la técnica. Esta operación es bien tolerada por el cachorro, camina inmediatamente, puede haber una ligera rigidez en su marcha, pero esto pasa rápidamente. La sinfisiodesis juvenil previene el desarrollo de displasia de cadera en un noventa por ciento.
EJEMPLO DE EXAMEN PARA LA PROBABILIDAD DE DESARROLLAR OSTEOARTROSIS A LOS 4 MESES.
Cachorro labrador de 4 meses. Ya en la proyección “acostado boca arriba con las piernas extendidas” se puede ver una cobertura insuficiente de las cabezas femorales por el techo del acetábulo.
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La imagen de “proyección de distracción” muestra una protrusión significativa de la cabeza del fémur desde el acetábulo, lo que indica una probabilidad significativa de desarrollar osteoartritis en los próximos años de vida del animal.
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De los cinco a los siete meses se realiza una “doble osteotomía pélvica”. Esta operación consiste en realizar dos cortes en los huesos de la pelvis del perro, asegurando la movilidad del acetábulo, que se gira hasta cierto punto para asegurar una cobertura suficiente de la cabeza del fémur y se fija a una placa. La operación es bastante difícil de realizar. Después de esto, se limita estrictamente la movilidad del animal durante dos meses para que todos los cortes crezcan bien juntos en la nueva posición. En comparación con una “triple osteotomía pélvica”, la recuperación es mucho más rápida y el perro comienza a apoyarse en su pierna ya al séptimo día.
De ocho a once meses se realiza una “osteotomía pélvica triple”, que es prácticamente lo mismo que una “osteotomía pélvica doble”, con la única diferencia de que no se hacen dos, sino tres cortes en los huesos de la pelvis para asegurar la movilidad de la pelvis. acetábulo con su posterior fijación sobre la placa en una nueva posición. Se trata de una operación difícil para el cirujano, el animal y su dueño, pero produce resultados y evita la destrucción de las articulaciones en un animal adulto.
Después de un año, no hay cirugías para salvar la articulación de la cadera, y la terapia es multimodal, dirigida a reducir la tasa de desarrollo de la osteoartritis de las articulaciones, y consiste en control de peso y fisioterapia, y algún apoyo farmacológico.
Todos los diagnósticos y todas las operaciones son realizados por especialistas experimentados en nuestra clínica, no perdemos el contacto con nuestros pacientes y sus dueños y siempre estamos listos para ayudar en el postoperatorio.
Realiza un diagnóstico temprano de tu cachorro ante la posibilidad de desarrollar displasia de cadera, bríndale a él y a ti mismo una vida de calidad en el futuro.
La displasia en animales es una enfermedad hereditaria del sistema musculoesquelético, que se manifiesta por una violación de la correspondencia entre las superficies articulares, lo que resulta en el desarrollo de dislocación o artrosis. Muy a menudo, se observa daño en la articulación de la cadera, ya que es ella la que soporta la carga principal. Con menos frecuencia, los animales tienen displasia de la articulación del codo.
Razones para el desarrollo de la patología:
- Predisposición hereditaria. En el 85% de los casos, un gen vicioso de un perro reproductor se transmite a su descendencia.
- Régimen de ejercicio diseñado de manera incompetente para mascotas jóvenes. Los criadores de perros sobrecargan el cuerpo inmaduro de menores de un año y medio con una actividad física excesiva. Como resultado, el tejido esquelético no sigue el ritmo del desarrollo del corsé muscular, lo que conduce a una violación de la congruencia de la superficie articular. Se detecta con mayor frecuencia en bullmastiffs, grandes daneses y san bernardo.
- La inactividad física. Un estilo de vida sedentario y el mantenimiento constante de un perro en un recinto conducen al hecho de que la estructura del tejido conectivo sufre cambios, lo que afecta negativamente la salud de las articulaciones. El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre el aparato de soporte.
- Errores en la nutrición. Una deficiencia en la dieta de vitamina D, calcio, magnesio y aminoácidos esenciales provoca una alteración del metabolismo mineral en los huesos y el tejido conectivo, lo que provoca daño en las articulaciones. El exceso de fósforo en la dieta a menudo conduce a patologías del sistema musculoesquelético.
- Lesiones. A menudo, el daño mecánico en la articulación de la cadera o del codo es el desencadenante de la alteración de la correspondencia fisiológica entre las superficies articulares. Los esguinces al correr, los saltos fallidos, caminar sobre hielo y suelos resbaladizos en interiores y las lesiones por atropello de un vehículo pueden provocar displasia.
La enfermedad afecta con mayor frecuencia a las razas de perros de trabajo.: Pastores, perros perdigueros, labradores y bulldogs alemanes y de Europa del Este. Las líneas de razas molosas (bullmastiffs, san bernardo y gran danés) también son susceptibles a enfermedades heredadas poligénicamente.
Los primeros cambios en el funcionamiento del sistema musculoesquelético de la mascota no aparecen antes de los 4 meses de edad. En un cachorro, la patología en la articulación de la cadera o del codo solo se puede detectar mediante pruebas.
La gravedad de los síntomas de la displasia de cadera en un perro y la elección de la técnica. tratamiento Depende en gran medida de la etapa del proceso patológico. Según la clasificación aceptada, los trastornos en la articulación de la cadera pueden ser de 5 grados y los trastornos del codo, de 4.
Manifestaciones de la enfermedad:
- Cojera del miembro de apoyo. El deterioro de la capacidad de soporte de la articulación se desarrolla gradualmente; las primeras manifestaciones en los cachorros no son fáciles de notar.
- Un perro enfermo suele tumbarse de lado. Es casi imposible ver a un perro acostado boca abajo.
- Cuando se le obliga a correr, se notan las extremidades traseras, lo que recuerda a la carrera de un conejo.
- Un examen cuidadoso puede revelar una atrofia pronunciada del tejido muscular del muslo.
Debilidad de las extremidades posteriores debido a displasia de cadera La falta del tratamiento necesario conduce con el tiempo a una pérdida total de la actividad motora del miembro de cuatro patas de la familia.
Un examen externo de la configuración de la articulación enferma, la evaluación de la marcha y la identificación de las características de la posición de las extremidades ayudan al veterinario a sospechar displasia. Tras la palpación, que normalmente se realiza bajo anestesia del animal, se detecta distrofia muscular. Al abducir las extremidades, el especialista identificará luxación de cadera, deformación y desplazamiento del acetábulo.
El principal método para diagnosticar trastornos musculoesqueléticos es el examen radiográfico. Además de confirmar la luxación, el especialista detectará cambios displásicos en el acetábulo, desplazamiento de la cabeza femoral, el nivel de asimetría articular y su efecto sobre la función de la médula espinal del animal. Lo hacen en 2 proyecciones.
Displasia de cadera Primero, se coloca al animal sobre la cresta y las extremidades traseras se extienden paralelas entre sí. Luego, el examen se realiza en decúbito supino. Las extremidades se doblan por las articulaciones de las rodillas y se acercan al cuerpo. Primero se anestesia e inmoviliza al animal.
En la práctica veterinaria, existen 2 enfoques para el tratamiento de la patología: conservador y quirúrgico. En caso de cambios displásicos menores en la articulación, al animal se le pueden recetar medicamentos.
El tratamiento suele incluir el uso de analgésicos y antiinflamatorios, como fenilbutazona y rimadyl. Los corticosteroides, por ejemplo, prednisolona, dexametasona, reducen eficazmente la hinchazón, el dolor y la inflamación.
El uso de condroprotectores ayuda a reducir los procesos atróficos en el tejido conectivo de las articulaciones. En este caso, el mejor efecto terapéutico se logra cuando las sustancias medicinales se administran directamente en la articulación enferma.
Condroprotectores De no poca importancia para aliviar la condición de la mascota es una dieta nutritiva y el uso de suplementos vitamínicos y minerales e inmunomoduladores. Los ejercicios especiales realizados con regularidad ayudan a reducir el grado de displasia.
Si el efecto de la terapia conservadora es insignificante, así como con cambios graves en la articulación, a menudo se recomienda una solución quirúrgica al problema:
- los individuos jóvenes se someten con mayor frecuencia a miectomía del músculo pectíneo;
- si el peso de la mascota no supera los 15 kg, se le puede realizar una artroplastia de resección con extirpación de la cabeza femoral, la extremidad se fija con un ligamento;
- si el perro es joven, se puede sugerir una osteotomía pélvica, un procedimiento quirúrgico complejo durante el cual se utiliza cirugía plástica para fortalecer el hueso cortado;
- en algunos casos, el cirujano recurre a la osteotomía acetabular;
- En una clínica especializada, un perro enfermo puede someterse a un reemplazo completo de articulación utilizando prótesis de alta tecnología.
Prevención básica de los trastornos musculoesqueléticos:
- realizar un seguimiento y sacrificio periódicos de los individuos enfermos durante la reproducción;
- cuidado competente y alimentación adecuada de los animales;
- prevención de lesiones.
Lea más en nuestro artículo sobre displasia en perros.
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Causas de la displasia de cadera y codo.
La displasia articular en animales es una enfermedad hereditaria del sistema musculoesquelético, que se manifiesta por una violación de la correspondencia entre las superficies articulares, lo que resulta en el desarrollo de dislocación o artrosis en la articulación. En la práctica veterinaria, el daño a la articulación de la cadera se observa con mayor frecuencia, ya que es ella la que soporta la carga principal. Con menos frecuencia, los animales tienen displasia de la articulación del codo.
Entre las razones que provocan el desarrollo de patología del sistema musculoesquelético en perros, los criadores de perros y veterinarios experimentados destacan las siguientes:
- Predisposición hereditaria. En el 85% de los casos en los que se detecta displasia articular en un semental, el gen vicioso se transmite a la descendencia.
- Régimen de ejercicio diseñado de manera incompetente para mascotas jóvenes. Muchos criadores de perros sin experiencia sobrecargan el cuerpo inmaduro de menores de un año y medio con una actividad física excesiva. Debido a la hiperactividad del cachorro, los dueños no siempre pueden dosificar correctamente la actividad motora.
Esto lleva al hecho de que el tejido esquelético no sigue el ritmo del desarrollo del corsé muscular, lo que conduce a una violación de la congruencia de la superficie articular. Muy a menudo, los propietarios de razas grandes (bullmastiff, gran danés y san bernardo) se enfrentan a este problema.
- Sin embargo, según los expertos veterinarios, la displasia de cadera en amigos de cuatro patas no solo se debe a una actividad física desequilibrada, sino también a la inactividad física. Un estilo de vida sedentario y el mantenimiento constante de un perro en un recinto conducen al hecho de que la estructura del tejido conectivo sufre cambios, lo que afecta negativamente la salud de las articulaciones.
El peso excesivo de una mascota ejerce una presión adicional sobre el aparato de soporte, lo que provoca displasia.
- Errores en la nutrición.– una de las principales razones del desarrollo de patología en perros de todas las razas. Como regla general, la enfermedad es causada por un desequilibrio de nutrientes durante la etapa de cachorro, cuando el cuerpo en crecimiento consume componentes proteicos, vitaminas y minerales de forma intensiva.
Una deficiencia en la dieta de vitamina D, calcio, magnesio y aminoácidos esenciales provoca una alteración del metabolismo mineral en los huesos y el tejido conectivo, lo que provoca daño en las articulaciones. El exceso de fósforo en la dieta a menudo conduce a patologías del sistema musculoesquelético.
- Lesiones. A menudo, el daño mecánico en la articulación de la cadera o del codo es el desencadenante de la alteración de la correspondencia fisiológica entre las superficies articulares. Los esguinces al correr, los saltos fallidos, caminar sobre hielo y suelos resbaladizos en interiores y las lesiones por atropello de un vehículo pueden provocar el desarrollo de displasia.
La enfermedad afecta con mayor frecuencia a las razas de perros de trabajo. Los expertos veterinarios señalan que los pastores, perros perdigueros, labradores y bulldogs alemanes y de Europa del Este son principalmente susceptibles a la enfermedad. Las líneas de razas molosas (bullmastiffs, san bernardo y gran danés) también son susceptibles a enfermedades heredadas poligénicamente.
Síntomas de patología en perros.
El propietario puede notar los primeros cambios en el funcionamiento del sistema musculoesquelético de la mascota no antes de los 4 meses de edad. En un cachorro, la patología en la articulación de la cadera o el codo solo se puede detectar mediante un examen de rayos X.
La gravedad de los síntomas de la displasia de cadera en un perro y la elección del método de tratamiento dependen en gran medida de la etapa del proceso patológico. Según la clasificación aceptada, los trastornos en la articulación de la cadera pueden ser de 5 grados y los trastornos del codo, de 4.
El propietario puede detectar los síntomas ya en la fase leve de la enfermedad (según la clasificación, etapa C). En las fases D y E, con la patología dentro de límites aceptables y con un grado importante de destrucción articular, la clínica se vuelve obvia.
- Cojera del miembro de apoyo. El deterioro de la capacidad de soporte de la articulación se desarrolla gradualmente, por lo que es posible que el propietario no note inmediatamente el síntoma o no le dé ninguna importancia, decidiendo que el perro aterrizó mal después de un salto.
- Disminución de la actividad física. El perro evita los juegos, los ejercicios, los saltos y se muestra reacio a correr. Durante una larga caminata, el animal a menudo se detiene y se niega a seguir adelante.
- Un perro enfermo suele tumbarse de lado. Es casi imposible ver a un perro tumbado boca abajo con esta patología.
- Al caminar, una persona enferma experimenta un bamboleo de los cuartos traseros. La marcha es incierta.
- Después de dormir y descansar, al perro le resulta difícil levantarse.
- Cuando se le obliga a correr, el propietario puede observar cómo las extremidades traseras se mueven hacia afuera, lo que recuerda a la carrera de un conejo.
- Si se desarrollan cambios graves en la estructura de la articulación, el animal deja de saltar y tiene dificultades para subir escaleras.
- Todo el cuerpo del perro enfermo comienza a verse inarmónico debido a fenómenos atróficos progresivos en el área de la cadera, el esternón se vuelve más poderoso.
- Tras un examen cuidadoso, el propietario puede detectar una atrofia grave del tejido muscular del muslo.
La falta del tratamiento necesario conduce con el tiempo a una pérdida total de la actividad motora del miembro de cuatro patas de la familia.
Mire este vídeo sobre las causas y síntomas de la displasia de cadera en perros:
Diagnóstico de la condición.
Un examen externo de la configuración de la articulación enferma, la evaluación de la marcha y la identificación de las características de la posición de las extremidades ayudan al veterinario a sospechar el fenómeno de la displasia. Tras la palpación, que suele realizarse bajo anestesia del animal, se detecta distrofia muscular. Al abducir las extremidades, el veterinario identificará luxación de cadera, deformación y desplazamiento del acetábulo.
El principal método para diagnosticar trastornos musculoesqueléticos en medicina veterinaria es el examen radiográfico. Además de confirmar la luxación, el especialista también detectará cambios displásicos en el acetábulo y desplazamiento de la cabeza femoral. El método nos permite identificar el nivel de asimetría articular e identificar su efecto sobre la función de la médula espinal del animal.
Displasia de cadera grave en un perro Se requiere una radiografía en 2 proyecciones. Primero, se coloca al animal sobre la cresta y las extremidades traseras se extienden paralelas entre sí. Luego, el examen se realiza en decúbito supino. Las extremidades se doblan por las articulaciones de las rodillas y se acercan al cuerpo. Primero se anestesia e inmoviliza al animal.
La fiabilidad de los resultados obtenidos y la elección del método de tratamiento para la displasia articular en perros depende de qué tan quieto permanezca el perro durante la manipulación. A partir del análisis de las radiografías, el especialista llega a una conclusión sobre la etapa del proceso patológico.
Tratamiento de la displasia articular en perros
En la práctica veterinaria, existen dos enfoques para el tratamiento de la patología: conservador y quirúrgico. En caso de cambios displásicos menores en la articulación, al animal se le pueden recetar medicamentos. En este caso, el tratamiento de la displasia de codo en perros suele incluir el uso de analgésicos y antiinflamatorios.
Para ello, los veterinarios utilizan fenilbutazona y rimadyl. Los corticosteroides, por ejemplo, prednisolona, dexametasona, reducen eficazmente la hinchazón, el dolor y la inflamación.
De no poca importancia para aliviar la condición de la mascota es una dieta nutritiva y el uso de suplementos vitamínicos y minerales e inmunomoduladores. Muchos veterinarios creen con razón que los ejercicios especiales realizados con regularidad ayudan a reducir el grado de displasia.
Si el efecto de la terapia conservadora es insignificante, así como con cambios graves en la articulación, a menudo se recomienda al propietario que resuelva el problema quirúrgicamente. Al mismo tiempo, en la práctica quirúrgica existen varios tipos de cirugía como tratamiento para la displasia de cadera en perros.
Corsé especial para perros con displasia de cadera Los individuos jóvenes se someten con mayor frecuencia a una miectomía del músculo pectíneo. Si el peso de la mascota no supera los 15 kg, se le puede realizar una artroplastia de resección. Durante la operación, se extrae la cabeza femoral. La fijación de la extremidad se produce gracias al ligamento. Las razas grandes no se someten a esta operación.
Si el perro es joven, se puede sugerir una osteotomía pélvica. Este es un procedimiento quirúrgico complejo en el que se utiliza cirugía plástica para fortalecer el hueso cortado. En algunos casos, el cirujano recurre a la osteotomía acetabular. En una clínica especializada, un perro enfermo puede someterse a un reemplazo completo de articulación utilizando prótesis de alta tecnología.
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La displasia articular en perros es una patología común, especialmente en razas de trabajo. En casos avanzados, la enfermedad puede provocar que el animal pierda la capacidad de moverse de forma independiente. El método principal para identificar la enfermedad es un examen radiológico de la articulación en 2 proyecciones.
El tratamiento puede ser conservador. Si hay un cambio displásico significativo, el veterinario recomienda uno u otro método para resolver operativamente el problema.
Vídeo útil
Mira este vídeo sobre el diagnóstico y tratamiento de la displasia articular en perros:
El impresionante tamaño de un animal no es garantía de su impecable salud y, en ocasiones, por el contrario, son las dimensiones las culpables de determinados problemas en los perros de razas grandes. Por ejemplo, la displasia es una patología del sistema musculoesquelético que "ama" a los animales enormes y pesados que se ven obligados a experimentar constantemente cargas pesadas en ciertos grupos de articulaciones y músculos. No se puede subestimar la gravedad de esta enfermedad, porque el precio a pagar es demasiado alto: la inmovilidad de su querida mascota y una vida llena de sufrimiento físico.
¿Qué es la displasia articular?
displasia– es la destrucción (completa o parcial) y/o modificación del tejido articular en un perro provocada por un ajuste inadecuado de la cabeza del hueso a la cavidad glenoidea. Normalmente, este diseño tiene un contacto estrecho, lo que garantiza un deslizamiento suave y mantiene la elasticidad. En patología, se forma una brecha (espacio) entre la cabeza del hueso y su "nicho" en la articulación; en el proceso de movimiento, los tejidos se frotan entre sí, esto conduce a su separación, aplanamiento, el cartílago articular está sujeto a una fuerte presión. y se va deformando poco a poco.
Síntomas, clasificación y grados de desarrollo de la displasia.
La enfermedad afecta las articulaciones de la pelvis, caderas y extremidades del animal y se divide en tipos:
1. Displasia de cadera
La más común de todas las deformidades articulares de esta patología. Esto se explica por el hecho de que las patas traseras del perro empujan y sirven como amortiguadores para el animal cuando corre o salta. Una constitución grande, una estatura alta y un físico macizo crean una fuerte carga en la articulación de la cadera. Están en riesgo razas como san bernardo, pastores, rottweilers, buceadores, etc.
Síntomas de displasia de cadera:
- Marcha tambaleante.
- Descanse frecuentemente cuando se mueva.
- Rigidez (dificultad para subir escaleras, levantarse del suelo, etc.).
- Postura antinatural al acostarse.
- Desarrollo asimétrico del cuerpo (debido al deseo de transferir peso a las patas delanteras).
- Dolor a la palpación de los muslos.
Clasificación de la displasia de cadera por grado:
- A – no hay signos evidentes de la enfermedad.
- B – las desviaciones son casi invisibles.
- C – grado leve de la enfermedad.
- D – signos de violaciones dentro de límites aceptables.
- E – grado severo de daño articular.
2. Displasia de codo
Se trata de un crecimiento anormal de tejido óseo y cartilaginoso en la zona del codo o la rodilla de la mascota. La causa más común de cojera y dolor crónico en perros grandes.
Síntomas de displasia de codo:
Dolor al palpar las extremidades anteriores.
Dificultad para levantar la pata.
Sellados y engrosamientos en la zona de las articulaciones.
Dificultad para caminar, incl. En las escaleras.
Cojera.
Clasificación de la displasia de codo por grado:
0 – sin violaciones.
1 – manifestaciones mínimas (formaciones de artrosis (osteofitos) no > 2 mm).
2 – crecimientos moderadamente aceptables (2-5 mm).
3 – deformación del tejido profundo (> 5 mm).
3. Displasia de rodilla
Se trata de una patología rara, principalmente consecuencia de lesiones o incumplimiento de las condiciones de vida (suelos resbaladizos, cargas pesadas).
La enfermedad no es congénita (con la excepción de casos aislados muy raros), pero el impulso para el desarrollo se produce en la primera infancia del cachorro; su presencia se puede suponer ya a los 4 meses de edad.
Razones para el desarrollo de displasia.
La predisposición genética a la enfermedad es bastante alta. Si los padres son portadores de un gen "dañino", entonces la probabilidad de que el cachorro enferme puede no ser del 100%, pero automáticamente entra en el grupo de riesgo desde el nacimiento. E incluso si los dueños lo crían y alimentan de acuerdo con todas las reglas, esto no garantiza que la displasia pase por alto a su mascota de raza grande.
Desafortunadamente, algunos propietarios, sin darse cuenta, "estimulan" la enfermedad. En un esfuerzo por convertir rápidamente a su mascota en un gigante canino y un hombre fuerte, comienzan a alimentar intensamente al cachorro con suplementos de calcio, estimulantes del crecimiento y gachas de carne. Y están felices de que el bebé esté creciendo a pasos agigantados, ganando masa muscular ante sus ojos, mientras olvidan que los huesos simplemente no tienen tiempo para desarrollarse y fortalecerse tan rápidamente. Si a esto le sumamos un entrenamiento físico exorbitante, el triste resultado llegará muy rápidamente: deformidades articulares de diversos grados.
Además de la herencia y la construcción artificial de masa muscular, existen varios factores que desencadenan el mecanismo destructivo de la enfermedad articular:
- Exceso de proteínas, calcio, fósforo.
- Obesidad.
- Actividad física intensa que no es adecuada para la edad y el desarrollo esquelético.
- Falta de actividad física.
- Lesiones en extremidades (esguinces, luxaciones, contusiones graves, etc.).
Los signos evidentes y agudos de la enfermedad aparecen después de un año de vida del perro, cuando se detiene el crecimiento intensivo y los huesos del esqueleto se endurecen.
Diagnóstico de displasia en perros.
No se acepta ningún autodiagnóstico, sólo consulta médica profesional. La lista de medidas de diagnóstico incluye:
Inspección visual
1. Prueba de movilidad (flexión, extensión de articulaciones, escucha de sonidos durante el movimiento (crujidos, frotamientos, chasquidos)).
2. Radiografía. La fotografía se toma bajo anestesia para asegurar la total inmovilidad del animal. Permite indicar el grado de deformación del cuello femoral, articulaciones y tejido conectivo.
3. Artroscopia. Examen endoscópico (minicámara) de la cavidad articular. Un evento muy informativo, pero costoso y disponible solo para clínicas grandes.
Según el diagnóstico, el veterinario determinará la extensión de la enfermedad y prescribirá el tratamiento.
Tratamiento de la displasia articular en perros
Existen dos métodos para combatir la enfermedad:
1. Conservador.
Basado en medicamentos y fisioterapia:
Inyecciones de condroprotectores (intramusculares o por goteo) para restaurar el cartílago y el tejido articular.
Antiespasmódicos para aliviar el dolor.
Antiinflamatorio para aliviar la inflamación.
Suplementos con condroitina y glucosamina para fortalecer y regenerar los huesos.
Nadar.
Terapia con magneto, láser y parafina.
Ozoquerita.
Para la obesidad, se prescribe una dieta baja en calorías y un complejo adicional de vitaminas.
2. Operacional.
Se utiliza para daños articulares graves, cuando una terapia suave ya no es eficaz. La cabeza de la articulación de la cadera se ajusta quirúrgicamente para que coincida con la forma y el tamaño de la cavidad glenoidea. El tipo de operación depende del grado de deformación:
Eliminación sencilla del crecimiento del cartílago.
Escisión de cabeza y cuello femoral.
La osteotomía es un cambio en la ubicación de la fosa articular.
Endoprótesis: extirpación de la articulación de la cadera con una prótesis.
Cuanto antes se identifiquen los síntomas de la displasia, mayores serán las posibilidades de una recuperación exitosa. Una enfermedad diagnosticada en la edad adulta es mucho más difícil de tratar y el pronóstico no siempre es favorable.
La displasia es una enfermedad en la que la cabeza del hueso no encaja correctamente en el acetábulo. Esto conduce a la destrucción o alteración total o parcial de las articulaciones y puede provocar parálisis de las extremidades.
displasia articular
La displasia en perros no es una patología congénita. Pero la predisposición genética suele ser la causa del desarrollo de la enfermedad.
Las articulaciones de la cadera son las más afectadas. Debido a la estructura del cuerpo del perro, la mayor carga recae sobre él cuando se mueve. La displasia de las articulaciones del codo es poco común y aún menos común es la displasia de las articulaciones de la rodilla.
Están en riesgo los perros de razas grandes: retrievers, rottweilers, san bernardo, gran danés, pastores, etc. Los signos de la enfermedad se detectan con mayor frecuencia después del período de mayor crecimiento, entre los 12 y 18 meses. Un rápido aumento de masa muscular con huesos insuficientemente fuertes en combinación con actividad física significa una alta probabilidad de patología. El desarrollo deficiente de las articulaciones en cachorros menores de 6 meses solo se puede determinar mediante una radiografía.
La situación es crítica: los expertos señalan que el número de mascotas de cuatro patas con displasia ha aumentado significativamente. Hace poco dejaron de permitir la cría de perros así.
Causas de la enfermedad
Las causas de la displasia de cadera en perros no se deben únicamente a la genética y al mayor crecimiento muscular durante la adolescencia. La tenencia inadecuada de animales de cuatro patas puede provocar esta patología. A saber:
- una gran cantidad de carne en la dieta o su total ausencia;
- piensos industriales de baja calidad;
- sobrepeso;
- exceso o falta de suplementos dietéticos que contengan calcio, fósforo, vitaminas C, D;
- lesiones (hematomas, esguinces, dislocaciones, fracturas);
- estilo de vida sedentario;
- actividad física excesiva.
La nutrición del cachorro es equilibrada, recibe ejercicio acorde a su edad. Y los padres no tenían la enfermedad. Desafortunadamente, esto no es garantía de que su mascota no lo desarrolle.
Síntomas principales
Los primeros signos de displasia articular en perros pueden aparecer ya a los 6 meses. Todo depende de la raza y de la rapidez con la que crezca la mascota. Sin embargo, los huesos finalmente no se forman hasta el año de edad. Entonces las articulaciones encajan. En ocasiones los veterinarios aconsejan no preocuparse antes de la fecha prevista.
Quizás los síntomas que aparecen sean sólo un fenómeno temporal relacionado con la edad. Pero aún así, mantente atento a tu mascota. Cuanto antes notes cambios en el comportamiento, el movimiento y la estructura corporal del animal y consultes a un médico, mejor. El tratamiento de la enfermedad en las etapas iniciales será mucho más eficaz que en los casos avanzados. Esto evitará operaciones traumáticas.
Es casi imposible para el propietario reconocer la displasia a simple vista. Pero el perro puede presentar los siguientes síntomas:
- marcha inestable, balanceándose de un lado a otro;
- incapacidad para subir y bajar escaleras;
- cojera al empezar a moverse o después del ejercicio;
- cojera periódica: desaparece durante varios días y luego vuelve a aparecer;
- el perro tiene dificultades para levantarse cuando está acostado o sentado;
- Al caminar, su mascota se cansa rápidamente y muchas veces se detiene para descansar;
- al correr, el perro empuja ambas patas traseras al mismo tiempo;
- Gira las patas de forma antinatural cuando está acostado;
- hinchazón, induración y dolor al tocar las articulaciones;
- asimetría del cuerpo: se produce atrofia de los músculos de las extremidades traseras, la pelvis se estrecha y la carga cae sobre la parte delantera del cuerpo.
Diagnóstico
Un veterinario puede diagnosticar la displasia. Para empezar, examina al perro y evalúa sus movimientos. Luego se palpa la articulación en busca de inflamación, compactación y deformación. Realiza pruebas de diagnóstico (prueba de Ortolani, prueba de Bardens), identificando la presencia de crujidos, clics, fricciones y dolores.
Después del examen, el médico prescribe un examen de rayos X.
Para evitar que el perro se mueva, se realiza únicamente bajo anestesia. Entonces será posible evaluar la articulación sin soporte muscular. Un punto importante es que la posición de la pelvis y las extremidades traseras debe ser simétrica.
Para tener plena confianza en el diagnóstico, no basta con mirar la imagen resultante. El especialista debe poder leerlo correctamente. La articulación se evalúa según 6 criterios (ángulos, índices, características de determinadas superficies). El veterinario, utilizando un transportador, delinea el dibujo y mide los ángulos. Y luego, utilizando la tabla, calcula las puntuaciones de cada ítem. Su suma y el número de desviaciones de la norma determinan el grado de displasia.
A veces se prescribe una tomografía computarizada en lugar de una fluoroscopia. Los métodos son igualmente informativos, pero la TC es más cara.
Si los datos del examen no son suficientes, se utiliza el método de artroscopia. Se introduce un endoscopio a través de la punción, guiándolo hasta la zona afectada. Con su ayuda, podrás examinar la articulación en detalle. Y la presencia de una sonda palpadora le permite evaluar su estructura. El procedimiento es bastante caro y no se realiza en todas partes.
Grados de la enfermedad.
Existen 5 grados de displasia articular en perros:
- A - no hay anomalías en la articulación. No se requiere accion.
- B - sospecha de displasia, condición límite. Se requieren exámenes periódicos, cumplimiento de un régimen y una nutrición adecuada.
- C - grado leve, infracciones menores. La displasia ya ha aparecido, es necesario tomar el control del proceso.
- D - condición moderada. La enfermedad progresa y es necesario tratamiento. Y luego tomar medidas para prevenir una recaída.
- E - grado severo de displasia. Sólo tratamiento de mantenimiento.
Tratamiento
Es imposible librar completamente a un perro de la enfermedad. Pero un tratamiento integral oportuno ayudará a prevenir su mayor desarrollo y mejorará la calidad de vida de la mascota.
Hay dos tipos: conservador y quirúrgico.
Para la terapia conservadora, el veterinario prescribe los siguientes medicamentos:
- medicamentos contra la inflamación (Quadrisol-5, Rimadyl, Deracoxib, etc.);
- antiespasmódicos: para aliviar el dolor (fenilbutazona, no-shpa, aspirina, ibuprofeno, etc.);
- condroprotectores: para la regeneración del tejido articular y cartilaginoso (Stride, Pentosan, Adequan, Chondrolone, etc.).
Además, se prescriben complejos de vitaminas y minerales y suplementos nutricionales que contienen glucosamina y condroitina.
La dosis de medicamentos y su combinación depende del estado del animal y del grado de la enfermedad. Determinado únicamente por un veterinario. No debes darte un capricho ni utilizar remedios caseros.
Los tratamientos de fisioterapia tienen un buen efecto:
- ozoquerita;
- terapia con parafina;
- terapia magnética con láser;
- masaje.
Es posible utilizar remedios homeopáticos (Chondartron, Discus compositum, Akti Vet). Activan las fuerzas propias del cuerpo. Tienen un efecto de apoyo. La homeopatía no puede hacer frente a daños graves a las articulaciones.
La terapia tradicional no restaurará el cartílago dañado. Da un efecto temporal: ayuda a aliviar el dolor y eliminar la cojera. Tiene sentido sólo en las primeras etapas de la patología.
Si la enfermedad continúa progresando, sólo la cirugía ayudará. Durante el tratamiento quirúrgico se corrige la forma de la cabeza femoral. Es necesario asegurarse de que se ajuste a todos los parámetros del acetábulo. La complejidad de la operación depende de la magnitud del daño. Es posible que solo necesites extraer una pequeña parte del cartílago. Para defectos más graves se realiza lo siguiente:
- La osteotomía triple es una operación compleja durante la cual se instala una placa especial. Debe cambiar el ángulo del acetábulo para que la cabeza del hueso reciba la mayor superficie de apoyo y no se caiga de la articulación. Se realiza en cachorros tras la completa formación del esqueleto. Este método no se utiliza para la displasia de grados D y E, ni tampoco para la artritis concomitante.
- Endoprótesis: el fragmento dañado se reemplaza completamente con una prótesis de titanio. Si la operación tiene éxito, el perro volverá a hacer vida normal.
- Escisión de la cabeza y cuello del fémur, completa o parcial. Una operación con un largo período de rehabilitación. Como resultado, la articulación quedará completamente restaurada y el perro podrá moverse con seguridad sin necesidad de prótesis.
Estas operaciones requieren mucha experiencia y conocimiento.
Prevención
Piensa en esto a la hora de elegir un cachorro de raza grande. El criador está obligado a proporcionar documentos que confirmen que el padre y la madre han sido sometidos a pruebas para detectar la presencia de displasia, los resultados son negativos (grado A). Pero incluso unos padres absolutamente sanos no son garantía de que su mascota no desarrolle una enfermedad.
El primer examen preventivo debe realizarse a los 5 meses. Incluso si no se identifican patologías, es mejor volver a examinarlo y realizar una radiografía cada año.
Controle la dieta de su mascota. El menú debe ser equilibrado. Comer más de lo normal provocará obesidad. Y esta es una carga adicional para las articulaciones.
La actividad física excesiva durante los períodos de mayor crecimiento está contraindicada para un cachorro. Los huesos aún no son fuertes. No exponga a su perro a riesgos adicionales.
Elige la carga según tu edad. Un estilo de vida sedentario también provoca el desarrollo de displasia.
Si la enfermedad ya ha sido identificada, entonces nadar es una buena actividad. Todos los grupos de músculos trabajan en el agua y se reduce la presión sobre las articulaciones. Es mejor pasear a su perro por el césped. Los perros enfermos deben quedarse en casa.
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